El Club de Montaña Nabaín de Boltaña, el Club Atlético Sobrarbe de Aínsa y algunos miembros del Centro Excursionista Ribagorza de Graus realizaron una clásica circular desde La Besurta para admirar los alrededores del macizo del Aneto

Fin de semana repleto de actividades montañeras.  Comenzó el viernes con la celebración por parte del CAS de su día, en el que, entre otros premios, se entregó una mención de honor a título póstumo a José Ramón Monclús por su labor como coordinador de actividades del Club de Montaña Nabaín durante las pasadas dos décadas.  Posteriormente, el sábado, el Club Nabaín estuvo presente en la gran marcha reivindicativa al puerto de Canal Roya, en la que se leyeron distintos comunicados y se explicó el aberrante proyecto de unión de las estaciones de Astún y Formigal.  Por la tarde de ese día,  la investigadora Ana Moreno Caballud en Boltaña, nos brindó una interesante charla con los resultados de sus investigaciones en cuevas del Sobrabe, con preocupantes noticias sobre el cambio climático de nuestro planeta.  De esta manera, nos plantamos a primera hora del domingo -en Boltaña, Aínsa, Campo y Benasque- 23 caminantes y el perro Fosco, socios del Club Nabaín y del CAS, junto a algún amigo del CER, para cubrir los aproximadamente 12 kilómetros de que constaba la circular, que partiendo de La Besurta (1.920 m), subía hasta el Refugio de La Renclusa (2.138 m) y al collado del mismo nombre (2.281 m), para descender rápidamente al Plan D’Aiguallut y subir por fin al Ibón de Coll de Toro.

Al ser una excursión no muy exigente, aún nos quedaron fuerzas para ascender 100 metros más hasta las Basetas de Coll de Toro, pequeños ibones encaramados en un escalón superior al Coll, y desde los que se podía observar una vista espectacular del macizo del Aneto con lo que queda de los glaciares de Barrancs, Aneto y Maladeta Oriental. Desde allí pudimos comprobar las consecuencias desalentadoras del cambio climático que unas horas antes nos había presentado Ana Moreno. Después de comer un bocado y haber contemplado, descansando, el ibón y los baños en él de Fosco, nos volvimos a colocar las mochilas en la espalda para volver por el camino viejo a La Besurta, pasando por el barranco de L’Escaleta, el plan, la cascada y el Forau d’Aiguallut. Chusé y su mascota Fosco, aún se quedaron para hollar la cima de la Tuca Pomèro de 2.711 metros de altitud, despidiéndonos allí de ellos hasta otra nueva jornada montañera.

La excursión finalizó comiendo, en buena armonía, en las mesas del kiosko de La Besurta con unas cervezas de por medio, que nos supieron a gloria bendita, como siempre.

Añadir, por último, que el agua que se esconde y desaparece por el Forau, emerge en una surgencia ladera abajo del Ibón de Coll de Toro en los denominados Ojos del Judío (Uelhs deth Joeu, en aranés) en Artiga de Lin (Valle de Arán) para acabar en el río Garona, posible objetivo de otra excursión por estos lares.

Fueron, en fin, alrededor de 12 kilómetros, 700 metros de desnivel acumulado y 6 horas de marcha tranquila, disfrutando de un domingo “veraniego” de otoño en uno de los más bonitos parajes del Pirineo Aragonés.
 

José Luis Gracia Amigot

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