La excursión de hoy la vamos a realizar en el Valle de Bujaruelo y visitaremos dos de los pocos ibones que hay en la zona de Ordesa y del Parque Nacional por ser un terreno de origen calcáreo.
Bujaruelo es un valle lindante con el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido donde nace el río Ara. A pesar de su extraordinario valor natural y de varios intentos llevados a cabo, diversos intereses han evitado su incorporación al mencionado Parque. El acceso se realiza desde Torla, dirección Ordesa, pero desviándose en el Puente de los Navarros por una pista de tierra que nos lleva hasta San Nicolás de Bujaruelo donde hay un refugio, restaurante y camping.
Antiguamente Bujaruelo estuvo poblado, al levantarse en su interior el Hospital de San Nicolás, construido en torno al 1.150 por la Orden de los Hospitalarios y alrededor del cual hubo un pequeño poblamiento hasta el siglo XVIII. En la actualidad todavía puede verse el puente románico, las ruinas de su maltrecha iglesia y el Mesón-Hospital hoy convertido en refugio de montaña.
ITINERARIO: Iniciamos la marcha a las 9 horas cruzando el puente románico de San Nicolás (1.338 metros) siguiendo la senda que asciende suavemente por debajo de unos afloramientos rocosos hasta alcanzar un bosque mixto de hayas, fresnos, abetos, etc. y un cruce donde hay una pilona de alta tensión.
A la izquierda la senda se dirige al ibón de Bernatuara por el barranco de Sandaruelo, pero nosotros continuamos de frente por la margen izquierda del barranco de Lapazosa por una empinada ladera pedregosa bajo la umbría de La Excusaneta. Más adelante llegamos a una zona más llana donde cruzamos el barranco a su margen derecha a la altura de una cabaña denominada de Eléctricas y que tiene pintada en la puerta, entre otras, la leyenda “Iberduero” (1.900 metros).
Seguimos la senda en dirección al Puerto de Bujaruelo y al poco nos desviamos hacia la izquierda por una empinada ladera herbosa teniendo como referencia la línea de alta tensión para seguir las trazas de senda y mojones que nos llevarán hasta la cubeta donde se encuentra el Ibón de Lapazosa (2.250 metros). Antes habremos pasado por encima de otra cubeta más pequeña.
Rodearemos el ibón por la izquierda para ascender al evidente collado denominado Col d´Especieres o Puerto Viejo (2.338 metros) que se divisa al frente. Es la muga fronteriza número 318 que marca la frontera y el punto más alto que hoy vamos a pasar. El collado se encuentra entre los picos Soum Blanc des Especieres (2.686 metros) y el pico Pic entre les Ports (2.476 metros).
Continuamos la marcha ahora en descenso por territorio francés hasta el Lac d´Especieres (2.195 metros) situado a nuestros pies. Al fondo a la derecha vemos otro collado denominado Col de Tentes (2.208 metros) hasta donde llega la carretera asfaltada que sube de Gavarnie y donde hay un parking.
Una vez alcanzado el aparcamiento, continuamos a la derecha por los restos de asfalto que nos conducirán al Puerto de Bujaruelo o de Gavarnie (2.273 metros), también límite fronterizo y donde se encuentra la muga número 319. Este collado se encuentra entre el citado Pic entre les Ports (2.476 metros) y los Gabietos (3.031/3.034 metros).
A la izquierda vemos el camino que sube al refugio de Sarradets y a la Brecha de Roland, pero nosotros iniciamos el regreso por el camino perfectamente balizado que en un rápido descenso bajo la umbría de Los Gabietos nos llevará de nuevo a la cabaña de Eléctricas y al Mesón de Bujaruelo a donde hemos llegado sobre las 15,30 horas.
Hemos participado en la salida 17 personas, el desnivel realizado ha sido de unos 1.000 metros y el tiempo real caminado sobre 5 horas.
José Ramón Monclús
Tal como comenté a algún componente de la excursión del pasado sábado, querría deciros que tenía un especial interés en esta salida, pues en el mes de julio de 1.976 (el día 4), en los inicios de la andadura del CAS, organizamos una travesía de ida y vuelta entre el mesón de Bujaruelo y Gavarníe con la intención de pasar por el puerto, pero nos equivocamos y seguimos el camino de las pilonas de electricidad desde la caseta de Eléctricas, por lo que sin querer efectuamos el mismo recorrido programado para esta ocasión.
Cada uno de los participantes tenemos algún recuerdo, no coincidente en algún caso, como que en medio del ibón de Lapazosa se encontraba una avioneta mitad sumergida, que supongo habría tenido un fatal accidente algún año anterior a nuestra llegada. Por otro lado que bajamos a Gavarníe y nos impresionó la cantidad de “burros” y caballerías que se encontraban por todo el pueblo para llevar a los turistas al circo y cascada de Gavarníe; también que decidimos coger un taxi que nos subió al puerto de Bujaruelo, lo que nos permitió tomar algún café y coñac en los bares de la localidad.
José María Lafuerza
