Este fin de semana nuestros compañeros del CAS-Nabaín se acercaron a conocer un poquito más las tierras Navarras. A pesar de la complicada previsión meteorológica, ninguno de los participantes se acobardó. Todos tenían muchas ganas de recorrer la Selva de Irati, un auténtico tesoro natural.
La quedada es en el Camping Osate de Ochagavía el viernes a media tarde. Cada uno va llegando cuando sus obligaciones se lo permiten. Curioso que desde el Sobrarbe sólo vengan 2 de los 32 integrantes del grupo. Huesca, Zaragoza, Barcelona… y sorprendidos nos dejaron Víctor y Esther que aparecieron andando. Habían hecho encajar las etapas del GR-11 que venían haciendo desde el Cabo Higuer en Hondarribia, para compartir con nosotros este fin de semana otoñal.
El reparto de habitaciones se va dando según se llega, y es todo un desafío. Tenemos reservadas habitaciones con literas para 6 personas, y claro, lo más importante es conseguir compañeros que no ronquen!
Algunos afortunados, guiados por Miguel, han podido disfrutar ya el viernes de estas montañas. Saliendo del dolmen de Arrako, ascendieron al pico Lakartxela (1.982 m), en una ruta circular que finalizaron en la venta de Juan Pito, donde comieron sus famosas migas.
A las 21h cenamos en el mismo Camping. Entre otras cosas nos sacan bacalao al ajoarriero, plato típico navarro, y especialidad de la casa. Será cierto, porque está delicioso. Cafés y chupitos mientras hacemos tiempo hasta que llegan los más rezagados y a dormir, que mañana a las 7h se desayuna.
Nos levantamos entre bostezos y caras de no haber descansado mucho. Miramos al cielo con recelo, está nublado pero parece que podemos tener suerte. El plan es hacer una ruta circular por la Selva de Irati, segundo hayedo-abetal más extenso y mejor conservado de Europa. 17.000 Ha de bosque que en estas fechas del año ofrece una gran variedad de colores: verdes, amarillos, marrones, rojos…
Salimos a las 8h hacia el parking de las Casas del Irati, donde comienza nuestra ruta. Sobre las 9h nos ponemos en marcha por el sendero GRT-9 dirección norte. Hacemos un alto para ver la cascada del Cubo, un pequeño pero precioso salto de agua del río Urbeltza.
Continuamos hasta llegar al Collado de Orgate, muga con Francia, donde viramos al oeste para coger el GR-12, que nos recibe con una estupenda “picarra” entre helechales.
Entrando ya en el hayedo paramos a almorzar, protegidos del viento sur que nos acompaña toda la mañana. Seguimos por el bosque en su ladera norte hasta salir al Collado de Oraate (1.300m), punto más alto de la ruta. Aquí nuestra ilusión e inexperiencia como organizadores, nos hacen dudar: si ir a ver unos crómlech que se apartan de nuestra ruta, o no. Al final, las nubes amenazantes y el largo camino que nos queda por delante, nos hacen descartar la idea.
Emprendemos la bajada siguiendo el GR-12 hasta el puente de la Cuestión. Al contrario de lo habitual, a nuestra izquierda queda una España nublada y gris, y a nuestra derecha Francia nos regala unas panorámicas vistas. Si te fijas, en el horizonte se puede divisar hasta el mar.
El sendero discurre por laderas herbosas, con rebaños de ovejas lachas pastando. Casi llegando al final de la bajada, el GR atraviesa una pequeña granja custodiada por dos perros pastores. Uno de ellos, poco acostumbrado a ver grupos tan grandes, nos debió de confundir con un rebaño más… y sin pensarlo se lanzó a la pierna de nuestra compañera Esther! A ella le dejó un recuerdo en forma de colmillo, y a los demás un susto en el cuerpo y grandes dosis de incredulidad. Ya sabía él a quién abordar, porque se lo tomó con una calma y un humor admirables.
A las 14h paramos a comer en el Puente de la Cuestión, cola del embalse de Irabia. Para nuestro asombro, justo en ese momento se abrió un pequeño claro y tuvimos un compañero desaparecido en toda la jornada: el sol. No faltaron buenas viandas y vino, bromas y hasta alguna cabezadita.
Emprendemos la marcha a las 15:30h, siguiendo la pista que deja el embalse de Irabia a la derecha, y continúa hasta el punto de partida. La ruta rodea la reserva integral de Lizardoia, una zona de especial interés ecológico, cuyas hayas de entre treinta y cuarenta metros de altura son verdaderos monumentos naturales. Nos vamos con la sensación de haber sido vigilados entre la espesura por el basajaun, señor de los bosques. Felices por haber hecho 22 km y unos 700 metros de desnivel acumulado, y todo esto sin mojarnos!
Vuelta al camping, nos duchamos, ponemos pinchos y a visitar Ochagavía. Pueblo típico del pirineo navarro, muy bien cuidado y atravesado por el río Anduña. Hacemos algo de tiempo tomando unas cervezas, y nos vamos a cenar a la sidrería que hay en el mismo pueblo.
Disfrutamos del chuletón, la sidra de cupela y la compañía. Nuestro compañero Ángel cumple 63 años el domingo, y nos ha preparado unos pastillos de nuez exquisitos. Le cantamos el cumpleaños feliz acompañados del violín de Sabás, y ya que estamos… José Mari se viene arriba y nos cantamos unas de la Ronda de Boltaña. Quizás podáis verlo por youtube, porque había más de una cámara vecina grabando!
El domingo en el desayuno decidimos que tal y como está el tiempo (hoy peor), abortamos el plan previsto. Decidimos bajar a conocer la Foz de Lumbier y el pueblo, donde vive nuestro compañero Miguel, que gustosamente nos hace de guía.
La aventura finaliza y nos deja muy buenas sensaciones. Hemos conocido un poco más la cultura, gastronomía y naturaleza, de nuestro querido Pirineo, en su parte más occidental. Gracias a todos por la buena predisposición, la camaradería, las bromas… es un gustazo poder compartir escapadas con vosotros, aunque sean fugaces. Creo poder decir, que hasta la próxima.
Sandra y Dani
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Desde nuestros clubes CAS y NABAÍN no nos queda más que agradecer a Sandra, Dani y Miguel por su esfuerzo en la organización de este fin de semana en el pirineo navarro, que nos ha hecho disfrutar a todos de lo lindo.