El Valle de Remuñe es un valle secundario del Valle de Benasque perteneciente al macizo del Perdiguero. Se trata de un valle cerrado y abrupto muy poco transitado que nace bajo las cumbres de los picos Maupas (3.109 m.), Rabadá (3.045 m.) y Navarro (3.043 m.). Es húmedo y verde en su mitad inferior y está rematado por un circo glaciar de canchales y grandes bloques de piedras con varias cubetas escalonadas, una de las cuales alberga los pequeños Ibones de Remuñe.
Normalmente este valle se utiliza como paso al pico Maupas superando la cresta de los picos Rabadá y Navarro catalogada como P.D. y que no es accesible para la mayoría de personas.
Paralelo a él se encuentra el Valle de Literola, otro valle benasqués mucho más conocido y transitado, sobre todo por sus ibones. Es un valle más abierto en su parte inferior que nace arrinconado en el impresionante circo del Ibon Blanco de Literola, bajo las cumbres del Perdiguero (3.222 m.) y Cabrioules (3.226 m.). En su parte superior desde el desagüe del Ibonet de Literola hasta arriba el camino es un caos de piedras con canales con mucha pendiente.
Y hoy 27 de agosto de 2016 dieciseis compañeros de los clubes CAS y Nabain, vamos a realizar una excursión circular entre los dos valles pasando por el Portal de Remuñe (2.831 m.) como collado separador y teniendo como punto de partida el final del Valle de Remuñé situado unos 300 metros más abajo del final de la carretera inacabada A-139 encima de los Llanos del Hospital de Benasque por donde estaba proyectado el túnel internacional Benasque-Luchón (1.780 m.) y como punto de llegada el final del Valle de Literola (1.625 m.) situado unos 3 kilómetros más abajo de la misma carretera. Asimismo ascenderemos al Pico Tussé de Remuñe (3.038 m.), secundario y sencillo tres-mil situado en la ruta hacia el Maupas.
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A las 8,30 horas comenzamos a caminar por el sendero que va ascendiendo suavemente entre pinos por la margen izquierda de la Aigüeta de Remuñé hasta llegar a un primer rellano herboso denominado Pleta de Capellans (2.055 m.). Al fondo en lo alto vemos la imponente Forca de Remuñé hacia donde tenemos que dirigirnos.
El sendero continua ascendiendo poco a poco hacia el fondo del valle dejando a la izquierda los ibones de Remuñé (no es necesario pasar por ellos) hasta alcanzar una incómoda y estrecha barranquera que se supera por la izquierda. Estamos en la cota 2.300 aproximadamente y nos queda superar una incómoda e inmensa pedrera para remontar los más de 500 metros de desnivel que nos separan del Portal de Remuñe (2.831 m.), ancho y amplio collado separador de valles. Los hitos que marcan el camino van faldeando el pico Remuñe que tenemos a nuestra izquierda en el sentido contrario a las agujas del reloj. Enfrente tenemos la mole del Perdiguero y debajo el gran Ibón Blanco de Literola por donde descenderemos.
En este punto un pequeño grupo dio por concluida la ascensión y el resto continuó hacia la derecha hasta un pequeño collado para superar los 115 metros de desnivel que hay hasta la Forca de Remuñe (2.945 m.) situada justo encima del portal. De nuevo en el collado siguieron por la ancha cresta que se dirige hacia el ya visible y lejano Tussé de Remuñe (3.038 m.). Excelentes vistas de los cercanos tres miles del macizo como el Perdiguero, Tuca de Literola, Pico Royo, Crabioules, Rabadá, Navarro, Maupas, Boum, etc. y de alguno de los más lejanos picos del macizo de Las Maladetas.
Sobre las 14,30 horas nos juntamos de nuevo los dos grupos en el desagüe del Ibón Blanco de Literola (2.750 m.) y después de comer y descansar un poco iniciamos el descenso. El camino sigue por el cauce del estrecho barranco siguiendo mojones que al poco nos sacan por la margen derecha, ya que hay un gran salto con neveros perpetuos.
El tramo final antes de alcanzar el Ibonet de Literola (2.430 m.) es una vertiginosa canal con piedra descompuesta y de una gran pendiente. El sendero continúa ascendiendo hasta un pequeño collado situado a la izquierda del ibón, para luego descender también con gran pendiente al principio hasta la cota 2.000 m. donde se encuentra la cabaña del Ubago de Literola. El resto del camino hasta la carretera ya es un sendero mucho más transitado y cómodo. Finalizamos la marcha sobre las 17,30 horas.
Dura y exigente excursión sobre todo por lo incómodo del terreno como indican los datos del día: para recorrer unos 16/17 kilómetros y superar un desnivel positivo acumulado de unos 1.450 metros habremos estado en movimiento cerca de las 7/7,30 horas (duración total de la jornada con paradas 9 horas).
José Ramón Monclús
CAS-NABAIN
Enlace a las fotos de José María Lafuerza: