A pesar de la adversa climatología, previamente anunciada en los medios correspondientes, y de la ausencia de muchos habituales, en esta ocasión aún hemos sido veintidós los montañeros que nos hemos atrevido con esta salida, siendo muy de destacar que la mitad han sido “mujeres”, cosa no muy habitual en nuestro calendario, y a las que por supuesto animamos a que nos sigan acompañando.
“La excursión programada para hoy 4 de octubre de 2015 la realizaremos en el Valle de Tena, término municipal de Sallent de Gállego, para visitar el macizo de Anayet. Los ibones de Anayet son un sitio precioso y una de las estampas más típicas del Pirineo, siendo su subida un camino fácil y sin dificultades.
La posterior subida a los picos es un poco más exigente pero son también ascensiones clásicas; la del Vértice de Anayet no presenta más dificultades que su pendiente; por el contrario la ascensión al Pico Anayet tiene un paso algo expuesto asegurado con un cable y una trepada por una chimenea, que mojado o con hielo puede ser peligroso, pero que para montañeros experimentados no supondrá ningún problema.
El Pico está formado por los restos de un volcán del que se derrumbó media parte y sólo se conserva lo que quedó de la chimenea. Es algo parecido al pico de Midi d’Ossau. Casi todo el macizo de Anayet se considera restos de una vieja caldera volcánica. Las previsiones meteorológicas no son muy buenas pues dan débiles lluvias a partir de las 12 horas, pero fieles a nuestro programa, “sin reblar”, decidimos seguir adelante.
El inicio de la marcha es el Corral de las Mulas (1.625 m.) situado a la izquierda de la carretera A-36 unos 3 kms. antes de llegar al Portalet. La carretera de la estación de esquí de Anayet sigue unos 3 kms. y conduce a los parkings y remontes, pero está restringida al tráfico por lo que caminaremos por el asfalto unos 500 metros hasta llegar a un indicador del GR-11 donde nos saldremos de la carretera y empezaremos a ascender por nuestra derecha hacia una zona herbosa en dirección a las torres más altas de los tele-sillas.
A nuestra izquierda y al fondo discurre el barranco de Culibillas y el GR-11, por donde descenderemos. En unos 60 minutos llegaremos a la denominada Glera del Anayet., donde hoy una cabaña para uso de la estación. En este punto y adelantándose a las previsiones apareció la lluvia que nos acompañará intermitentemente durante todo el día.
Continuamos nuestra marcha de frente donde se adivina el inicio de un sendero aéreo que pasa pegado a la Punta de la Garganta y que en unos 45 minutos más nos llevará hasta los Llanos o Mallata de Anayet (2.227 metros), amplio anfiteatro herboso donde se encuentran los ibones de Anayet.
Como curiosidad decir que los dos ibones son como dos hermanos mal avenidos: el más grande vierte sus aguas al barranco de Culibillas y luego al río Gállego y el pequeño lo hace a la Canal Roya y por tanto al río Aragón. Al principio de este amplio llano las marcas del sendero se pierden, pero al fondo se observa un collado denominado collado Rojo por el color de la roca de origen volcánico, a cuya derecha se encuentra el Pico Anayet (2.545 m.) y a la izquierda el Vértice de Anayet (2.559 m.).
Y a nuestra derecha, al fondo, hemos observado fugazmente el imponente Midi d´Ossau que en días limpios se refleja en las aguas del ibón en una panorámica única. Como el tiempo continúa lluvioso, con frío, viento y sin visibilidad, la mayoría del grupo decidimos dar por concluida la excursión.
Siete componentes más valientes optaron por continuar y lograron hacer las dos cimas de Pico y Vértice de Anayet con visibilidad prácticamente nula.
Rápidamente iniciamos el descenso, pero a la salida de la cubeta de los ibones en vez de seguir el camino de subida nos lanzamos a la derecha al fondo del barranco de Culibillas por donde discurre el GR-11 que sin ninguna dificultad nos llevará hasta el parking de la estación de esquí que por la mañana habíamos evitado. A partir de aquí se trata de seguir los 3 Km. de asfalto que nos llevan de nuevo al Corral de las Mulas.
Para los que no hemos hecho los Picos, el tiempo real caminado ha sido de unas 5 horas para hacer unos 12 kilómetros y con un desnivel acumulado de unos 650 metros.
José Ramón Monclús”
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