Foto de familia de todo el grupo en la cima del Monte Perdido.
El pasado años 2015 se había planificado esta actividad, pero debido al mal tiempo se pospuso, pasando a reprogramar en este 2016 el Vivac en una de nuestras cimas míticas de la comarca.
Monte Perdido, con 3.355 mts, es la segunda altura de Sobrarbe, siendo además que su cima está íntegramente en municipios de la Comarca, con lo que realizar un Vivac en su cima por parte de los dos clubes de montaña más señeros de la zona parecía casi una actividad "obligada".
Es verdad que una actividad de este tipo, a esta altura, y con el sobreesfuerzo físico que conlleva un peso extra, no es apta para todos los públicos, y ni siquiera para grupos grandes, por lo que en un principio se planteó para llenar una furgoneta de ocho plazas que nos acercara a "Sierracils", punto más cercano a la ascensión por Goriz y la cara sur.
Pero la demanda fue tal casi desde el principio que directamente pasamos a 16 plazas, en dos furgonetas de ocho, en el momento en que las previsiones meteorológicas nos dieron el visto bueno, pues el fin de semana elegido, del 13 y 14 de agosto, el tiempo prometía estabilidad, pocos vientos y nulas posibilidades de tormenta en la zona.
Con todo esto puesto en marcha, solo quedaba salir de Ainsa a las 7:00 del día 13, y de Boltaña a las 7:10 para coger en Torla las furgonetas a las 8:00 de la mañana.
Por mera curiosidad, decir que éramos 14 chicos y dos chicas, y tres socios de Nabaín por 13 del Cas…además de dos socios más, uno de cada club, que se organizaron la subida por el autobús de Nerín (al no tener plazas con el grupo principal), y con los que nos juntamos a lo largo de la ascensión. En total, pues 18 personas que subíamos a vivaquear.
A las 9:00 de la mañana, con un día radiante, salimos de Sierracils, con las pesadas mochilas que incluyen todo el material para poder pernoctar, ropa de abrigo, comida suficiente, infiernillos y material común, rumbo al cercano Cuello Gordo.
El grupo de los dieciseis en Sierracils. Todas las fotos de Óscar Ballarín.
Desde aquí, y poco más adelante, dejamos el camino del refugio de Goriz, que tiende a llanear y descender en busca del refugio, para por su derecha ir ganando cierta altura, poco a poco, para en una larga diagonal ir a juntarnos con el camino tradicional desde Góriz a Monte Perdido, y con el cual nos juntamos como unos 200 metros de desnivel sobre el propio refugio.
Antes de juntarnos con dicho camino, en torno a las 10:30 almorzamos en un bonito recodo del camino.
El lugar del almuerzo.
El cañón de Ordesa a los pies de los caminantes.
Primer paso aéreo de la ascensión.
Hacia el paso de la cadena bajo el Cilindro.
El paso de la cadena.
A las 11:00 proseguimos el camino, y cruzándonos con bastante gente que baja ya de la cima,llegamos todos al Ibón Helado en torno a las 13:00 los primeros a 13:30 los últimos.
El llamado Ibón Helado, aunque ya hace días que no lo está.
Allí nos juntaremos con los dos que han venido por Nerín, y completamos los 18 del total del grupo.
Algunos animados, un total de 9, deciden ir a la cima del Cilindro antes de comer, puesto que hasta las 15:30 no ascenderemos al Monte Perdido, sobre todo por evitar la cantidad de gente que están bajando, lo cual puede causar molestias o incluso algún accidente por caída de piedras.
Mientras, el resto comemos y reposamos en el ibón, aprovechando para reponer de agua de cara a tener suficiente para la tarde y la noche, vemos el grupo de intrépidos ascender por la fatigosa canal que los lleva a la cresta cimera del Cilindro, no sin antes pasar dos chimeneas que les hacen llevar cordino y material adecuado.
Son poco más de las 15:00 cuando llegan de vuelta al ibón, y mientras comen, el grupo que allí ha permanecido, y dado que hay mucha gente por la zona, empieza la ascensión de cara a poder ir preparando los vivacs en la cima, o incluso coger sitio por si alguien más hubiera tenido la idea de venir a pasar la noche a la cima…o incluso a ver las famosas "lagrimas de San Lorenzo" en tan privilegiado rincón.
Ascendiendo hacia la cima, con el Cilindro e Ibón de fondo.
Trabajosamente todos vamos progresando, ganando paso a paso la descarnada subida de la "escupidera", en un trajín de gente que baja, y algunos pocos que subimos.
Finalmente son las 16:30 cuando llegamos los primeros a cima, con la grata sorpresa de que no hay nadie arriba, con lo que pasamos a ir acondicionando y cogiendo los tres vivacs que arriba hay. Y además se prepara un cuarto vivac, de manera que estaremos 4, 4, 2 y 8 repartidos en los cuatro citados vivacs.
Trabajando en la preparación del vivac.
Sobre las 17:30 está todo el grupo arriba, y vamos procediendo a preparar todo, mientras algún grupo todavía llega a cima, aunque todos bajan después de sorprenderse de la infraestructura que llevamos y preparamos, y además algunas nubes no anunciadas y en momentos algo amenazantes se van rompiendo para dejar paso a una tarde espectacular, con una ligera brisa, pero que nos hace estar en la cima a las mil maravillas.
Vivac 1.
Vivac 2.
Vivac 3.
De lujo.
La tarde pasa entre risas, anécdotas y buen ambiente, mientras que poco a poco nos vamos animando y empiezan a correr las botas, el embutido, el jamón…y acaba en una degustación de quesos, concurso de tapas, chipirones en su tinta…y vamos a dejarlo allí porque incluso en un nevero apareció "milagrosamente" un pack con cinco litros de vino.
La tarde estuvo muy animada.
La tarde fue pasando, mientras no podíamos dar crédito a la suerte con la temperatura y el día. Cuando nos dimos cuenta la luna había salido y ya estaba sobre nuestras cabezas…hasta que ya cenados y acomodados, tomando una infusión, o café, incluso algún licor para bajar la copiosa cena, a las 9:15 el sol se puso sobre el horizonte después de regalarnos toda la gama de naranjas y rojizos que nadie pueda imaginarse.
Atardece
Atardecer.
Puesta del sol
…llegó el momento de la luna que estando en creciente casi alumbraba como para ver. Y de las estrellas fugaces, que cada pocos minutos rasgaban la bóveda celeste inundada de por sí con incontables estrellas.
De velada.
La luna sobre el vivac.
Por si fuera poco la tierra a nuestros pies se iluminaba con multitud de pueblos que pasamos a ir identificando entre todos: Planillo y San Felices, Campodarbe, Laspuña, Torrelisa, Espierba, Aínsa, Barbatro, Monzón…y muy a lo lejos pero perfectamente visible la misma ciudad de Zaragoza.
Sobrarbe a nuestros pies.
Sombra del Perdido hacia Pineta.
El sueño nos fue venciendo, y entre sueño y sueño veíamos rotar el cielo alrededor de la estrella polar…y avanzada la noche, con la luna poniéndose en competición con los rojizos de la puesta del sol de hacía pocas horas, ganó protagonismo al desaparecer nuestro satélite la vía láctea, que parecía unir en su recorrido todas las montañas pirenaicas que fantasmagóricamente se dejaban entrever tenuemente en la noche.
Entre estrellas fugaces, desvelos, sueños…la noche fue pasando y a las 7:10, un poco al norte del pico Bachimala, una bola roja empezó a asomar. Como ya nos habíamos levantado con la claridad todos vimos en pie el amanecer, mientras empezábamos a preparar los desayunos, para poder empezar a descender a las 8:00 en punto de la mañana.
Primeras luces
Sale el sol.
Viendo amanecer.
Amanece en el Pirineo.
Antes, justo al amanecer y con un viento calmado totalmente, aún le dio tiempos a dejar una fina capa de escarcha sobre la humedad que la noche había dejado sobre sacos y mochilas.
Escarcha en los sacos.
El descenso, al contrario que el día anterior, era nuestro, pues la gente, ya en la escupidera subía desde hacía horas hacia la cima, que por no mucho rato, nosotros habíamos dejado en soledad y descanso.
Iniciando el descenso.
A las 11:00, sin ninguna prisa y dejando pasar muchos grupos que subían, a lo largo de todo el camino, llegamos a Góriz, donde aprovechamos para tomar un bocado, beber algo y descansar un poco de las mochilas, que aun habiendo perdido parte de su peso no dejaban de ser pesadas.
Llegando a Góriz.
Descansando en Góriz antes de partir hacia Sierracils.
Las furgonetas están contratadas para las 15:00 en el mismo sitio que nos habían dejado el día anterior, con lo que tranquilamente, haciendo fotos, paradas…vamos marchando, desandando lo ayer hecho en la aproximación y acabar la actividad en las furgonetas que nos devolverán a Torla donde tenemos nuestros coches.
La gente ha quedado muy contenta del Vivac, la noche ha sido magnífica, con lo que seguramente al año que viene organicemos otro vivac…en otra cima, o zona.
Óscar Ballarín
CAS-NABAÍN