Foto de grupo en la salida de Matidero
Oscar Ballarín siempre nos sorprende con alguna salida bonita e interesante, y en esta ocasión no podía ser de otra manera; si no hubiéramos cogido el día mas bochornoso y caluroso de este año hasta ahora, hubiera sido perfecto, pero aún así y con las tres fuentes que había en el camino, la excursión fue magnífica.
Somier bien aprovachado en el camino a Vibán
Oscar Ballarín en Vibán subido al olmo
Los 17 montañeros-senderistas emprendimos la caminata dirigiéndonos primero hacia Vibán, por el mismo itinerario que en el pasado año cuando en el mes de marzo hicimos la travesía de Matidero-Bara. Pasamos el Alcanadre, en un par de ocasiones si no recuerdo mal, y algún otro barranco, y en un poco más de una hora llegamos a Vibán (1.140 metros), casi siempre caminando muy cerca del río Alcanadre. Aquí ya dejamos el camino del año pasado y cogimos el de Miz, no sin antes habernos refrescado e hidratado en una estupenda fuente situada junto al mismo camino.
Cruzando el río Alcanadre
Por un boscoso camino, bonito como todos los que recorrimos en la jornada, nos presentamos en cerca de dos horas en Miz (1.050 metros), cuya primera vista desde arriba hacia el mismo nos recordó el color verdoso de cualquier valle pirenáico. Miz queda de Bara a poco más de media hora, a donde los niños bajaban a la escuela durante su etapa escolar. Aquí repusimos fuerzas y descansamos un poco, visitando lo que queda de la última casa habitada de Miz y su iglesia y cementerio. Este punto es encuentro de varios municipios y comarcas de nuestra zona; Miz, Matidero y Alastrué del municipio de Boltaña, hacia el este Las Bellostas y Bagüeste, del de Aínsa y todos de la comarca de Sobrarbe; Bara, municipo de Sabiñánigo y comarca del Serrablo, y más al sur Nasarre (preciosa iglesia románica) y Otín, del municipio de Bierge y comarca del Somontano de Barbastro.
Luego continuamos nuestra caminata hacia Alastrué, primero por una fuerte costera, que además estaba situada en un “carasol” y se hizo un poco más dura de lo normal. En un tiempo parecido al anterior de Vibán a Miz llegamos a Alastrué (1.197 metros), en donde pudimos apreciar la desolación y abandono del mismo, aunque su iglesia aún mantiene algunas pinturas y el “coro”, aunque muy cerca de la ruina total.
Caminando hacia Alastrué saliendo de Miz
En collado hacia Alastrué
Casa de Alastrué
Coro iglesia de Alastrué
Para conocer algo más de estos pueblos os recomiendo la lectura del libro “La Montaña olvidada. Despoblados del Alto Alcanadre” de Arturo González, amigo de nuestro guía Oscar Ballarín, y con el que han compartido muchas horas, vivencias y recorridos por esta zona.
Después de visitar Alastrué emprendimos de nuevo la marcha para llegar de nuevo a Matidero, no sin antes parar a comer y descansar en el trayecto, lo que hicimos una vez superado el collado que separa estas dos localidades, a tres cuartos de hora de Matidero, junto a la fuente que se encuentra muy bien indicada al lado del camino.
Fosa enterramiento
Resultó un día interesante también en lo que a fauna se refiere. Al salir de Huesca en la autovía a Nueno vimos con Enrique como un águila (culebrera) levantaba una culebra de al lado de la carretera, que se iba meneando con el ánimo de soltarse; después en la guarguera una liebre también al lado de la carretera, y para terminar, ya muy cerca de Alastrué, una víbora en el camino que no fuí capaz de fotografiar al quedarme "anonadado" viendo su rápido reptar hasta esconderse en un agujero entre hierbas y desaparecer de nuestra vista.
Según los datos del GPS de Oscar han sido 18,5 kilómetros recorridos y 695 metros de desnivel acumulado superados, así como unas 6 horas de caminata real sin contar las paradas.