El 7 de abril movidos por la curiosidad de un agujero en mitad de una pared bajo una de las fajas de Revilla, nos juntamos Miguel, Agus y Dani. Tenía muy buena pinta, con una anchura de unos 8 metros y 3 de alto. La verdad que nos ilusionaba mucho poder encontrar una boca que pudiera conectar con el sistema de escuaín desde fuera del Parque Nacional
Los golpes de gubia en las paredes parecen indicar que hubo un gran flujo de agua.
Al fondo, a unos 20 metros de la boca, se cierra por material concrecionado, quizás tras él… jajajaja
Lo pasamos muy bien. Lástima que no "tira", pero de esta manera vamos regando la planta de la esperanza por encontrar mas agujeritos.
Daniel Asenjo
Rapel.