Grupo junto a iglesia de Sant Climent en Taüll.
Aunque no se dice exactamente así, para nosotros ¡a la quinta fue la vencida!, pues en este año habíamos suspendido ya, por previsiones meteorológicas adversas y que luego se cumplieron, cuatro de nuestras seis salidas programadas, y este pasado sábado al final si pudimos realizar y disfrutar de esta excursión, en un día espléndido, por el valle de Boí y sus iglesias románicas.
Justo es reconocer que la programación de esta salida la hicimos al ver la publicación en el Diario del Altoaragón de la realizada en el mes de marzo del pasado año 2017 por nuestros vecinos del CER de Graus. Como indicaba nuestro amigo Carlos Bravo, la Vall de Boí y la actual Ribagorza oscense comparten un pasado histórico común, pues dicho valle formó parte durante un tiempo del viejo condado medieval ribagorzano y sus hoy famosas iglesias románicas, declaradas Patrimonio de la Humanidad en el año 2000, fueron consagradas a principios del siglo XII por el obispo san Ramón, titular por entonces de la diócesis de Roda.
Treinta y ocho participantes del CAS y Nabaín nos dimos cita en Barruera, para iniciar nuestra caminata a las 9,45 horas, junto a la iglesia de San Feliu de esta población, situada a 1.095 m. de altitud, para siguiendo las marcas, y por un tramo inicial en paralelo al curso del río Noguera de Tor, dirigirnos a Erill la Vall, a donde llegamos en poco más de una hora. Visitamos la iglesia de Santa Eulalia, en la que destacan su esbelto campanario y el conjunto escultórico en madera conocido como el Descendimiento de la Cruz.
Después de la visita, nos dirigimos a Boí, en la ladera opuesta y a menos de media hora de camino, en donde visitamos la iglesia de Sant Joan, con interesantes pinturas murales en el interior y en el exterior del templo, y aprovechamos también para reponer fuerzas.
Iglesia de Sant Joan en Boí. Manolo
Emprendimos a continuación el camino de subida a Taüll que, a 1.500 m de altitud, fue el punto más elevado de nuestro recorrido. Esta localidad dispone de dos espléndidas iglesias románicas con triple ábside y planta basilical. Visitamos primero la iglesia de Santa María, en la plaza de la localidad, y luego la de Sant Climent, situada a las afueras y en cuyo interior disfrutamos de una sugerente proyección que permite recomponer de manera virtual las antiguas pinturas del templo. Subimos después a su elevada torre de seis cuerpos y, antes de reemprender el camino, nos hicimos, junto a esta magnífica construcción románica, la foto de familia de costumbre.
Ascendiendo de Boí a Taüll por muy buen camino.
Junto a iglesia de Santa María en la plaza de Taüll.
Proyección audiovisual pinturas murales “virtuales” iglesia de Sant Climent. Manolo
Desde Taüll retornamos a Boí para tomar el camino que, en alrededor de hora y media, lleva hasta Durro. El bonito sendero discurre en paralelo al camino de ida, pero a más altura, y permite disfrutar de magníficas vistas del valle y de algunas de sus cimas, como el Comaloformo, el Montardo o la Punta Alta. En el collado, a 1.475 m. de altitud, realizamos nuestra comida y descansamos un rato, para en un rápido descenso llegar hasta Durro (1.384 m.). Aunque no pudimos visitarla por dentro, vimos por fuera la magnífica iglesia de la Nativitat, que tiene como singularidad la presencia de una decoración ajedrezada.
Desde esta localidad bajamos en poco más de media hora a Barruera (a pesar de que los carteles indicadores hablaban de más de una hora), llegando a esta localidad sobre las 16,45 horas y dando así por finalizada esta preciosa y completa vuelta circular. (7 horas de actividad), y según el GPS de Juan Félix fueron 14,80 kilómetros recorridos, 680 metros de desnivel acumulados y casi 4 horas (3h50´) empleadas sin paradas.
José María Lafuerza
CAS-Nabaín
Enlace a las “artísticas” fotos de Manolo Hernández:
Idem, a las de José María Lafuerza:
Para finalizar, enlace a Wikiloc y ficha resumen del track que nos ha enviado Juanma Crespo de su GPS:
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/2018-04-21-09-45-48-dia-24237874
