El pasado, 16 de abril 41 miembros de este club (3 de ellos de cuatro patas) tuvimos la suerte de disfrutar de una parte del camino que el pastor Guillén de Guasillo recorrió en su día para llevar el cuerpo de Santa Orosia a la Catedral de Jaca.
Como siempre decimos, somos “unos suertudos” … El domingo tuvimos nuestra propia versión del Pastor Guillén (con su cayado y todo) para conducir a este “rebaño” del CAS hacia el Puerto de Santa Orosia.
Nuestro Guillén de Guasillo particular se llama Ánchel Belmonte y, además de ser buen pastor y una gran persona, sabe muchísimo de piedras y montañas y de todos los secretos que unas y otras nos cuentan. Para los que no le conozcáis, os contaremos que Ánchel es el Coordinador Científico del Geoparque Sobrarbe-Pirineos y que le encanta acercar a grandes y pequeños todos esos mensajes que la tierra nos envía a través de rocas y montañas, vamos, “lo que viene siendo” un gran divulgador.
Hecha esta introducción del pastor y su rebaño, vamos allá con la crónica de un gran día de montaña y amigos del club.
A las 10:00 nos encontramos todos en Yebra de Basa. Después de una divertida rueda de presentación para los que acudían por primera vez, nos pusimos en marcha. El grupo de los más peques, con Dani a la cabeza, empezó en el mirador de las cascadas para acceder a la ruta desde allí y los más mayores empezamos el camino en Yebra.
Ánchel nos ayudó a descubrir las peculiaridades geológicas de cada ermita en el camino. Nuestro pastor (y dibujante), nos enseñó también algo muy importante: “con la velocidad se pierde detalle” y gracias a eso conseguimos que los aguerridos montañeros de esta sección del CAS bajaran el ritmo para no perdernos todos esos detalles de la ruta, ¡Gracias!
En la cascada del chorro nos encontramos con los más peques para terminar la ruta todos juntos hasta O Zoque y, desde allí, a Santa Orosia. Qué chulo poder compartir este tramo del recorrido con ellos!
Ahora sabemos lo que palabras como foz, raya, bolo, escarpe… esconden, que hace muuuuucho tiempo había un mar en lo que ahora llamamos Pirineos, porqué es mejor no sacar un fósil de su sitio, y la estrecha relación que a veces leyendas y nombres tienen con las rocas y las montañas que nos rodean. Bueno, todo eso y que a veces es mejor ir un poquito más despacio, claro.
¡Algunos incluso aprendieron a utilizar un martillo de geólogo!
Después de comer todos juntos y de que Ánchel nos dejara muy intrigados y con unas ganas tremendas de volver a verle para asistir al final de su historia, deshicimos nuestros caminos para volver a encontrarnos al final del recorrido.
Se ve que nos portamos “medio bien” porque Ánchel nos regaló uno de sus dibujos y un chupachups, hemos de confesar que no sabemos qué nos gusto más, jejejeje (Gracias Virgina por esa gran idea!)
En resumen, somos requeté-suertudos, porque vivimos en un lugar excepcional rodeados de personas excepcionales que ponen color a todo lo que hacemos y nos ayudan a escribir bonitas líneas en nuestro libro de los recuerdos, en esta ocasión, montañeros.
¡Nos vemos pronto en la próxima!
ChiquiCAS